
La selección de Euskadi participó en Santa Cruz (Portugal) en el Mundial de Waveski, en el que Odei Etxebarria se proclamó campeón del mundo de su categoría junior. La competición se celebró en la modalidad de Waveski en las categorías Open, Cadete, Junior, New Age, Master y Grand Master. El nivel fue muy alto, con 92 participantes de 14 nacionalidades distintas. Sin embargo, el equipo vasco formado por Odei Etxeberria, Hodei Crujeiras, Oier Uruburu, Edu Etxeberria y Alfonso de Juana brilló a gran altura con título mundial incluido. En los primeros días de competición las condiciones fueron duras, con un fuerte viento norte y olas pequeñas; y los dos últimos días con mar muy revuelta y rondando los dos metros. A pesar de ello, Alfonso de Juana, Hodei Crujeiras y Oier Uruburu consiguieron pasar varias rondas hasta alcanzar los octavos. Además, Odei Etxebarria llegó a cuartos en Open.
En las respectivas categorías, Hodei Crujeiras llegó a semifinales en cadetes, Edu Etxebarria a semifinales en master, Alfonso de Juana quedó cuarto en junior, Oier Uruburu segundo junior y Odei Etxebarria se proclamó campeón del mundo junior. Tres vascos coparon los primeros puestos. Como colofón en el Tag Team, competición por equipos, participaron Gus Presa de Castilla, Miguel Menéndez de Asturias, Ivan Peña de Galicia y los tres vascos Hodei Crujeiras, Alfonso de Juana y Odei Etxeberria, los tres palistas del Real Club Náutico de San Sebastián. Este equipo se llevó la victoria por equipos, proclamándose campeones del mundo. Participaron en este evento palistas de Euskadi, Australia, Francia, Sudáfrica, Estados Unidos, Escocia, España, Guernsey, Inglaterra, Irlanda del Norte, Nueva Zelanda, Portugal y Brasil.
Waveski es una tabla con volumen donde el palista va sentado y sujeto por la cintura (cinturón con suelta rápida siempre) y pies (con straps), y con una pala para propulsarse y ayudarse en los giros. La diferencia con una piragua de olas es que en la piragua se va dentro de esta, y el canto para surfear es mayor. En el waveski las piernas van fuera, así el canto es más fino y permite giros más cerrados perdiendo menos velocidad que una piragua. Esta playa portuguesa suele tener olas potentes, con poco recorrido, donde muchas veces la condición física es más importante que en otros lugares por las difíciles remontadas.