
José María Olazabal dirige el proyecto de excelencia puesto en marcha por la Federación Vasca de Golf y la Fundación Basque Team. Ganador de dos Masters de Augusta y cinco Ryder Cup tiene en la actualidad un reto especial. Quiere dar un impulso a la juventud. Las y los jugadores que se preparan bajo sus órdenes reciben ayuda con su planificación y asistencia técnica y física.
Es una bonita iniciativa.
Sí, es diferente. Me encanta. Siempre he procurado transmitir los conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo de estos años. Me lo paso fenomenal con la gente joven. Yo creo que es bonito. No solamente intentas transmitir conocimiento técnico, sino que además también valores, porque creo que eso también es muy importante. En ese sentido es un trabajo que me encanta, con el que disfruto cantidad. Es diferente a lo que he hecho en toda mi vida y estoy muy a gusto”.
Hay que realizar mucho esfuerzo para llegar al éxito.
“A lo largo de todos estos años es la única línea que he encontrado que funciona. Yo creo que los atajos no son buenos y en este sentido lo que este deporte me ha enseñado es que lo que recibes, y no siempre, va en proporción de las horas que trabajas. He visto a gente que ha trabajado durísimo y, a pesar de todo, no ha conseguido llegar a lo más alto, pero yo creo que es la única forma de poder llegar ahí y de mejorar, es a base de trabajo”.
Llegar arriba es evidente que cada vez es más complicado.
“El nivel es muy alto hoy en día. En los últimos años ha habido una evolución tremenda, la gente viene muchísimo mejor preparada. El nivel, insisto, es altísimo. Ya solo el hecho de dar el paso a profesionales me parece muy valiente y lo que es muy complicado es mantenerte con una cierta regularidad. Normalmente vemos que incluso los mejores jugadores del mundo tienen altibajos, tienen temporadas buenas y otras malas, pero yo creo que eso es como la vida misma. Tienes momentos felices o buenos, y otros que no son tan buenos. Hay que estar preparados para eso. Yo creo que esa es la parte más complicada y creo que la soledad también juega un papel importante. Hay que estar preparado mentalmente para esas horas de soledad, para estar lejos de casa y no es fácil”.