
Nueva Zelanda comenzó con una defensa muy cerrada para intentar evitar ocasiones, pero tres goles en los primeros minutos del encuentro hicieron posible poder jugar con tranquilidad y posesiones largas para buscar mejores opciones.
La evolución del encuentro permitió que todos los jugadores disfrutaran de muchos minutos en pista, lo que sin duda sirvió para una buena toma de contacto con la superficie donde se disputan los encuentros, diferente a las que están acostumbrados en sus partidos aquí.
Si bien al descanso se llegó con un 9-0, el equipo ha seguido trabajando según las indicaciones recibidas por el cuerpo técnico, llegando al final del encuentro con un marcador de 13 – 0 para la Euskal Selekzioa.
El próximo encuentro a disputar será mañana, a la misma hora (10:30 allí, 4:30 de aquí) en esta ocasión contra el equipo de China Taipei.