
La prueba se celebra durante este fin de semana, realizando las verificaciones de los participantes y exposición de vehículos el sábado 12 de 16 a 20 horas en la Alameda de Rentería. El domingo 13 desde las 09 horas comenzará la carrera con los entrenamientos libres para, a continuación, disputarse los entrenamientos cronometrados y dos mangas oficiales de las que el mejor crono será el válido para la clasificación oficial. El recorrido tiene una longitud de 5.470 metros, con salida en la GI-3440 junto a Lezo y se disputarán 4 mangas, dos de entrenamientos y otras dos contra el crono, siendo la mejor de las dos de carrera la que será válida para establecer la clasificación final.
La inscripción es de auténtico lujo con 83 participantes, habiéndose completado el cupo establecido por la organización. Entre ellos, se encuentra el líder de la clasificación del campeonato vasco de turismos, Iban Tarsicio con su Mitsubishi EVO IX, con el que pelearán otros pilotos como son Xabier Lujua con Porsche 997 GT3, Bruno Scherer con otro Porsche 997, o Lebeiti con Renault 5 Tour de Corse. A ellos se sumarán pilotos como el riojano Antonio Ortuño con Mitsubishi EVO VI, o el madrileño Juan Carlos Abendea con Renault Clio R3, y otros pilotos de Navarra, Cantabria o La Rioja ya que la prueba forma parte del Open del Norte de Montaña Sportech. En monoplazas estarán el vigente campeón Aitor Zabaleta, con su Lola BMW, al que seguro que se lo pone difícil el asturiano José Antonio López Fombona, con su Audi Quattro DTM. También estarán en Jaizkibel otros seis vehículos CM como el Demoncar de Joseba Iraola, que ya sabe lo que es ganar en Jaizkibel, o Markel Cestafe con Speedcar, que lidera la clasificación de este tipo de vehículos.
El acceso a Jaizkibel se cortará desde el sábado por la tarde desde Lezo, siendo el único acceso autorizado por Hondarribia y de forma restringida hacia los parking habilitados. Las medidas de seguridad serán una vez más importantes y se recuerda al público asistente la necesidad de colocarse en zonas seguras, respetando las zonas marcadas como prohibidas con cinta roja o carcelería y, sobre todo, seguir las instrucciones de los comisarios.